22 febrero 2017

Rajoy, el NO-DO y la pertinaz sequía

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/01/31/rajoy-do-pertinaz-sequia/1148172.html

"Pertinaz sequía: fórmula expresiva y coartadamente meteorológica muy utilizada por Franco para justificar la difícil reconstrucción del país después de la guerra"
'Diccionario del Franquismo
Manuel Vázquez Montalbán' (Libros Mosquito, 1977)
Hace sesenta años el NO-DO del 4 de febrero del 1957 nos contaba que el presidente americano, Eisenhower, comprobaba los efectos de la sequía en el sudeste de su país, también el frío de Boston que no dejaba salir a faenar los barcos o los témpanos del Niágara. Para que luego digan que no nos informaban de nada.
Aquel noticiario propagandístico del régimen dio a conocer a los españolitos el adjetivo culto pertinaz, en uso desde el XV, que pronunciaba la engolada voz del locutor en aquellos obligatorios prólogos de las películas que mostraban la Semana Santa en Murcia, rendida de fervor popular ante Salzillo, la inauguración del último pantano o los campos de Levante víctimas de la pertinaz sequía, una especie de enemigo invisible, a quien, con harta rentabilidad política, el régimen imputaba daños, hambrunas y migraciones causados exclusivamente por una escandalosa atrofia de la gestión de los recursos de un país en el que, para el NO-DO, no existían imágenes de bañadores ni de cartillas de racionamiento.
Los reportajes frecuentes de la inauguración o visita a los pantanos, contra "la pertinaz sequía" abundaban, era uno de los mayores logros del régimen y la cuenca del Duero era escenario habitual, incluso aparecía el dictador portugués, Américo Tomás; había una única y mágica palabra, "pantano", los defensores del franquismo siempre articulan dos ideas-fuerza: "Hizo muchos pantanos", "Podías dormir con la puerta abierta".
Desde el punto de vista ideológico, el NO-DO respetó los componentes esenciales de la cruzada, mucha cruz y mucha espada, desde la iglesia sin desodorante a la iglesia jet set del Opus Dei, cualquier motivo era bueno para que la cruz apareciera junto a la espada, porque la cruz y la espada en España eran una y trina. El ecosistema era intrínsecamente malvado y extrínsecamente repulsivo, al servicio del bloque social dominante más mezquino, estúpido y feo de todos cuantos se medicaron con una dictadura.
Pero ya pueden comprobar que las verdades y las mentiras perduran, que Rajoy no ve películas, solo fútbol; que le cuentan novelas; que sus apariciones son en color, pero nos recuerdan al NO-DO en blanco y negro. Yo creo que en ocasiones oye voces y nos cuenta lo que cree escuchar, así, sin anestesia que va a llover, que todo se arreglará. Acabaremos también con MVM:"No, no hay verdades únicas, ni luchas finales, pero aún es posible orientarnos mediante las verdades posibles contra las no verdades evidentes y luchar contra ellas. Se puede ver parte de la verdad y no reconocerla. Pero es imposible contemplar el mal y no reconocerlo. El Bien no existe, pero el Mal me parece o me temo que sí" Panfleto desde el planeta de los simios, (Crítica, 1995).

24 enero 2017

Del arte de borbonear y los tarifazos eléctricos

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/01/24/arte-borbonear-tarifazos-electricos/1146025.html


Ah, fray capellán mayor,
 don Enrique de Castilla,
¿a cómo vale el ardor 
que traéis en vuestra silla?
Coplas del Provincial, Anónimo (1465-1474)
Hace días que se nos mezclan en las noticias las originalidades, ya muy repetidas, del presidente Donald con el tarifazo de la factura de la luz y las luminosas, esclarecedoras explicaciones de sus causas por parte de gobernantes que actúan como corresponsales y testaferros de los grandes empresarios de las eléctricas, que -sin sonrojarse- dicen actuar en beneficio de los pequeños accionistas y sus dividendos.

Mientras tanto pasan dos cosas, por lo menos, una que sabemos muchísimo de carreteras con hielo y nieve, de niños que no pueden ir al colegio, del agobio en las urgencias de los hospitales; pero muy poco de los datos reales del nulo consumo de energía en casas que la tienen cortada o que no la usan porque no la pueden pagar. Algún reportaje pintoresco del sintecho ayudado por voluntarios con mantas y café caliente ya nos sirve para saber que el sistema funciona y podemos dormir tranquilos.
Pero es una lástima que aparezcan los que tocan las narices y quieren saber más, porque sospechan que las centrales de gas no están a pleno rendimiento, porque saben que estamos exportando energía especulando para que suban los precios ya desorbitados y todo eso sin contar con que ya tenemos claro que nuestros políticos y empresarios guardan todo el sol para los ingleses en las costas veraniegas, quizá intentando hacernos creer que si lo usamos para captar energía en las placas fotovoltaicas -incomprensiblemente cargadas de impuestos disuasorios-, los nórdicos no podrán tostarse como gambas.
Para que no nos entretengamos en estas nimiedades siempre hay un salvavidas que ayuda a los que vociferan en la tele y un libelo digital nos suelta de golpe una noticia con veinte años de solera sobre los asuntos de alcoba del emérito coronado y una de sus artistas, añadiendo el sorprendente dato de que los gastos derivados han salido del erario público. Pero vamos a ver, es cierto que esas peripecias no salen en los libros de texto de bachillerato; pero las de sus antepasados sí están documentadas; todas las actividades de alcoba, juerga y divertimento -y sus consecuencias- de estos personajes, sus nobles testaferros o sus ilustres palanganeros las hemos pagado siempre, en A o en B. Que no nos vengan ahora con exclusivas caducadas tendiendo cortinas de humo sobre nuestros bolsillos de cada día. De vampiros ya sabemos bastante.
La tradición de nuestra literatura tiene joyas de denuncia anónima, siempre perseguidas, como las Coplas del Provincial violento poema que pasa revista de Enrique IV para abajo, al final de su reinado a mediados del XV, con una alegoría en la que un convento de frailes y monjas es inspeccionado por el Provincial y se reproducen los usos y costumbres de reyes y poderosos, por todos conocidos; su importancia es grande para medir y valorar el inmoral poder de la clase dominante. Nada nuevo.

17 enero 2017

El triunfo de la autocensura, el régimen del miedo

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/01/17/triunfo-autocensura-regimen-miedo/1143923.html

"Mi madre decía: a mí me gustan las personas rectas. / A mí me gustan las personas curvas, / las ideas curvas, / los caminos curvos, (...) / lo diverso es curvo. / Y no me gustan las personas rectas, / las ideas rectas; / (...) no me gustan las leyes porque son rectas, / El pan es curvo / y la metralla recta. (...) / y huyo, es la peste, de las personas rectas".
Jesús Lizano 'Las personas curvas'

Hace falta tener años para poder constatar que la libertad de expresión retrocede a pasos agigantados desde hace años. No solamente estoy pensando en las trabas que músicos, titiriteros, escultores y otras hierbas padecen y, en nombre de la moral, del buen gusto o con el objetivo de salvar la tradición, se imposibilita respirar el aire libre de hace décadas. Fíjense en la reacción ante los chistes de Carrero y recuerden los de Tip y Coll, en su momento.
De la prevención a la autocensura solo hay un paso, se ha impuesto la corrección política como norma para regular el qué y cómo se pueden decir las cosas en detrimento de la espontaneidad y del pensamiento libre. Los poderes imponen un régimen de miedo para no alterar a la caverna, la mediocridad para no herir sensibilidades.
Pero no estamos hablando solamente de la libertad de expresión de sesudos intelectuales o artistas, frecuentemente protegidos ante las mordazas por su propio prestigio, que dicta doctrina; esta correcta política de expresión está cada vez más interiorizada en la tertulia de café, en la reunión de compañeros de trabajo, de amigos, de vecinos; nuestros circuitos neuronales ya están bloqueados para contar chistes, para despotricar sin miedo, aún en la intimidad, sobre determinados temas, gentes, sectores, tendencias, modas, si no es in vino veritas. Me dirán que expongo oscuro estas ideas y que no ofrezco ejemplos de esa libertad coartada a la municipalidad por lo políticamente correcto; es cierto, para muestra este botón que acabo de confesarles.
La censura no es patrimonio exclusivo de los regímenes totalitarios, se cosecha en casi todos los países donde en apariencia se ejerce la llamada libre expresión; censura inferida o por decreto, pero los ciudadanos deben tener muy claro qué papel realmente auténtico les toca desempeñar en las relaciones con los poderes que sostienen a todo tipo de autoritarios que buscan silencios, induciendo a la autocensura que debilita y envenena, un estado en el que las palabras empiezan a temblar, incluso cuando son pronunciadas y entendidas como expresión de tolerancia.
Repensemos y es posible que venga a cuento leer a Carmen Martín Gaite y su poema Certeza:

"Me habéis amurallado
para que me acostumbre.
Pero aunque ahora no pueda
ni intente dar un paso,
ni siquiera proyecte fuga alguna,
ya sé que es por allí
por donde quiero ir
sé por dónde se va.
Mirad, os lo señalo:
por aquella ranura de poniente".

10 enero 2017

Los improperios que lanza Cañizares

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/01/10/improperios-lanza-canizares/1141722.html


He de reconocer que este cardenal con mando en plaza valenciana me inspira, sé que tendría que abstenerme de hacerle propaganda; pero soy incapaz, cada dos por tres sus doctrinas me lanzan contra el teclado y la templanza se me derrumba.
Ha de constar que cuando ofició el funeral de Rita Barberá nos ofreció una retahíla de sentencias ante las cuales no quedaba más remedio que amordazarse, para guardar la compostura ante la familia; pero no me digan que expresiones como "condena pública injusta" porque ella tenía "fe inquebrantable", "haciendo el bien por el mundo y siendo testigo del amor a todos sin exclusión a nadie, sirviendo a todos y no sirviéndose de los demás", no forman parte de una antología de la prosa psicodélica.
Pero los días pasados el purpurado se arrancó arremangado para hablar de adoctrinamiento, él, que puede ser jefe del estado vaticano y es de los pocos que participa en su elección, él, que vive con cargo a los 11.000 millones que le transfiere el tesoro público para que adoctrine a su gusto, sin rendir cuentas a nadie, ni de subvenciones, impuestos no pagados? A estos jóvenes que tanto critican las imperfecciones de la transición no les veo yo muy activos contra este santo bodrio preconstitucional que nos quedó en herencia.

Y el motivo de su indignación dice que es el adoctrinamiento en la ideología de género, una maldad, según él y su negociado. Así, sin vergüenza ni reflexión, nos habla de dos conceptos clave, ideología y doctrina. Quizá esta vez no lo ha pensado bien. Por favor, un poco de reflexión y coherencia; no creo que pueda temer que le salga una competencia tan fiera que le arruine el negocio.
La verdad es que hay que consumir mucho antiácido para digerir la doctrina y la ideología que nos dispensa para el consumo este señor. Entre las últimas pócimas despachadas, conviene recordar el desdén con el que se pronunciaba negando la importancia de los abusos sexuales en su iglesia: "Nos atacan para que no se hable de dios; peor es el aborto", al tiempo que disfruta ofreciendo misas en su catedral de Valencia, en honor del dictador; para que nos acordemos de que él es de los vencedores y no le interesa el preservativo, la educación para la ciudadanía o el derecho a morir dignamente.

Pues bien, todo lo anterior sale de la boca de un prelado subvencionado por el gobierno de meapilas que no se inmuta cuando arenga contra el proyecto de ley integral del reconocimiento del derecho a la identidad y expresión de género, conocida en su manera abreviada como Ley Trans, destinada, según él a colonizar conciencias con el objetivo de destruir la familia diseñada por él. Faltaría más.

03 enero 2017

Recordando a Unamuno

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2017/01/03/recordando-unamuno/1139829.html

La tarde de fin de año, cuando intento perpetrar este folio, estoy muy cabreado con la moda, el furor y la pasión que levanta esa historia del "reto del maniquí" o Mannequin Challenge, es decir, quedarse pasmado para que te filmen y después publicarlo en la red. Pues nada, si hay que estar más pasmados aún, aguantémonos; pero me resisto que a esto le llamen reto, un reto es salir vivo de Siria o vivir en la calle.
Menos mal que siempre nos recuerdan que esta tarde es el aniversario del fallecimiento de Unamuno, el último día del 36, frío y luminoso también; Ortega decía que había muerto "de mal de España", seguramente sí, la mala combustión de un brasero quizá aceleró el proceso.
Fue una muerte solitaria, luchando por sobrevivir al aislamiento, a la ausencia de las personas que le hubiera gustado tener cerca en las últimas semanas trágicas y sin las razones suficientes para entender lo que estaba ocurriendo en aquella España, horrorizado durante aquellos meses, Después de toda una vida yendo "contra esto y aquello", en una contradicción permanente, entre quiebros intelectuales y paradojas, en un perpetuo equilibrio inestable. No podía entender que la guerra era tajante y expeditiva sin matices ni sutilezas. La posición de Unamuno, frente a unos y a otros, había nacido de una coherencia interna, la soledad y la solidez de las ideas, que en aquel tiempo se habían convertido en balas. Después de brearlo bien breado, lo mandaron a su casa, condenado al silencio y al ostracismo. Y así murió.

Su inicial aceptación del golpe, debido a su desencanto crítico con la república y sus puntuales disidencias con Azaña, duró quince días; decepcionado por los sublevados, el encarcelamiento y la muerte de algunos de sus íntimos le abrieron los ojos y, a primeros de agosto, ya estaba de vuelta de su error. Hacía tiempo le había escrito a un amigo socialista belga: "No me abochorna confesar que me he equivocado. Lo que lamento es haber engañado a otros muchos". Pero, para entonces, el gobierno de la República ya lo había reprobado y el 23 de agosto, La Gaceta de Madrid publicó el Decreto de su destitución. Ocho días después, la Junta de Defensa Nacional, de Burgos, le repuso en todos cargos y honores, pero Unamuno ya no estaba en esa órbita, las decepciones acumuladas y las rabias contenidas de los meses de agosto y septiembre le hicieron estallar el 12 de octubre, en el Paraninfo de la Universidad salmantina en su enfrentamiento con Millán Astray. El día 22 Franco volvió a destituirle, completando el círculo, completamente solo.

No había sido un exhibicionista, con su yo a la intemperie, ni un viejo testarudo, que le gustara llevarle la contraria a todos, sino un hombre de una estricta moral puritana, casi calvinista, que había buscado una coherencia ética, en un mundo incoherente y desquiciado. Evidentemente, no era de este mundo.

Un paréntesis en la felicidad obligatoria

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/12/27/parentesis-felicidad-obligatoria/1137991.html

Una costumbre que ya es ancestral, en la que está prohibida la amargura, hasta el punto de que la que existe se esconde para que no perturbe la apariencia de bienestar, de amabilidad obligatoria y una amnesia repentina en la certeza de las crisis y una trinchera que intenta aislar los miedos que se han instalado en la sociedad.
Nos cuentan que vamos de aúpa y que para seguir así hay que culminar las reformas, vocablo este vinculado inexorablemente a recortes en el sistema de vida, a supresión de servicios del estado, a crisis financiera y a amenaza de colapso en las instituciones públicas.
Dicen que todo empezó con un problema puramente bancario y la epidemia ha llegado a las casas de la mayor parte de los ciudadanos del mundo occidental, en donde el efecto dominó amenaza con seguir tumbando fichas hasta que no quede ninguna. El drama de los parados sigue ahí, creciendo y arrojando fuera del sistema de subvenciones a quien cumpla los plazos. Gente desesperada en la cola de la sopa de la beneficencia.

Las reformas laborales facilitan los despidos, abaratan los salarios y empeoran las condiciones sin subir la contratación. Se prepara una reforma de pensiones para trabajar más años en un sistema que es incapaz de incorporar a los jóvenes al mercado laboral.
Todas estas contradicciones culminan en ayuntamientos y comunidades autónomas que están a punto de colapsarse por falta de financiación. Eso sí, los trenes de alta velocidad corren como locos por España, también en Navidad, aunque su destino sea, dentro de poco, ninguna parte.
Sigue habiendo jamón de cerdo ibérico, incluso dicen que ha bajado de precio por sobreproducción. Hay cursos de cortador de jamón y las gambas de Huelva y las nécoras gallegas salen de las pescaderías como si estuvieran ansiosas por llegar a las mesas. Es Navidad, un paréntesis en la tragedia que se avecina. Es obligatorio disimular.

Aún puede ser peor si eres supersticioso por la sencilla razón de que este año no se ha producido el milagro de la sangre de San Genaro, a pesar de contar con la presencia del papa Francisco, la sangre se ha mantenido en su estado sólido, lo cual se puede interpretar como un mal augurio e incluso como el vaticinio de una catástrofe. Podría ser una inminente erupción del Vesubio; pero más me inclino a pensar que los desastres vendrán acompañando a un 2016 que se apaga con un redoble de tambores, la crisis económica ya es política y llena de incertidumbre con elecciones en Holanda, Francia y Alemania, quizá también en Grecia e Italia, las instituciones europeas y los think tanks temen ahora que la escalada de violencia deje huella a corto plazo en los comicios, con la extrema derecha al alza y el peligro de que los principios y valores de los últimos sesenta años salten por los aires en sociedades que eran abiertas y ahora dispuestas a ceder derechos a cambio de un incierto ecosistema de seguridad y defensa en el que nos integran.

El plagio, la desvergüenza y la vagancia

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/12/20/plagio-desverguenza-vagancia/1136123.html

El tema está de actualidad y provoca la reflexión sobre qué pasa con los trabajos del señor rector magnífico de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, acusado de plagio por varios autores que vieron reproducidos fragmentos de sus obras, monografías, artículos y tesis, sin citar la autoría original.
Siempre nos dijeron que lo que no estaba en los clásicos griegos ya no era nuevo ni original; Eugenio D'Ors sentenció que si no es tradición, es plagio y Baroja nos sorprende siempre diciendo que todo lo que no es autobiografía es plagio; quizá por eso alguien habló del plagio como una de las bellas artes, refiriéndose a la imitación, a la reproducción, a la falsificación, sin fronteras bien definidas.
Se ha escrito que "En un lugar de la Mancha?" es un octosílabo del romance popular El amante apaleado y que "de cuyo nombre no quiero acordarme?" se inspira en el El conde Lucanor: "Señor conde -dixo Patronio-, en una tierra de que me non acuerdo el nombre, avía un rey?". Evidentemente nadie ha puesto reparos a Cervantes sobre sus lecturas, ni al Arcipreste de Hita sobre el poso -en el Libro de Buen Amor- de Ovidio, los goliardos o El collar de la paloma de Ibn Hazm de Córdoba.

Con la imprenta se simplifica la reproducción de los libros y aparece la piratería, el lucro que se obtiene de réplicas no autorizadas siempre es del impresor, no del autor, cuando se despierta el interés de las clases pudientes por los textos clásicos. En el S. XVIII inglés vemos el primer intento de legislar sobre los derechos de autor, concediéndoles privilegios para editar sus propias obras.
A partir de ahí en Occidente se adoptaron medidas para proteger la creación. En el ámbito anglosajón, surge el copyright y en Europa el derecho de autor, el primero defiende el derecho patrimonial o económico y el segundo reconoce además el derecho moral que el autor posee a divulgar su obra, su autoría y su integridad. Por un lado, podemos estar ante la simple piratería, hurto, robo y, por otro, el plagio del que se incauta de un bien inmaterial, aunque no tenga ánimo de lucro.

Es verdad que el plagio es imperdonable, pero eso no le impide al autor tratar temas que la colectividad le exige a cualquier estudioso, que ha de conocer lo ya sabido sobre un tema antes de pronunciarse; quizá por eso al señor rector en el candelero, acusado de gran cantidad de copias literales de páginas y páginas de obras de otros autores a los que no cita, haya que acusarlo de plagio; pero, sobre todo, de copión. Sus defensores argumentan que lo copiado no tiene relevancia académica ni sustancia científica, por lo tanto, el descrédito es mayor y la desvergüenza, supina; concedámosle que no copia ideas originales ¿solo copia páginas al peso por no molestarse en redactarlas? En su momento, a alguno de mis alumnos no le recriminaría la copia, sino la vagancia. Siempre terminamos diciendo "Todo está escrito", con Mario Benedetti, pero no será posible el renacimiento, día a día, de la creación y la divulgación con este magnífico rector.