03 febrero 2016

De pensiones y cultura


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/01/26/pensiones-cultura/1035436.html

A nadie le sorprenderá que un trabajador autónomo haya invertido los ahorros de su vida en cuatro pisos alquilados y una vez jubilado, cobre su pensión y sus rentas, menos los correspondientes impuestos. Del mismo modo la empleada que quiso ahorrar durante su vida laboral e invirtió en acciones que le resulten rentables, disfrute de dividendos, también después de jubilada. Son ejemplos de andar por casa que se salen de los extremos; el más abundante es el de los pensionistas que no han podido ahorrar nada y sobreviven en el umbral de la pobreza, de la energética y de la otra y en la otra esquina, el más selecto club de los que se preocuparon de cubrirse bien el riñón durante su vida laboral como grandes empresarios o ejecutivos que no se preocupan de saber si tienen o no derecho a pensión pública y no hay quien les ponga un cascabel para saber dónde tienen paradero sus beneficios legales o inconfesables.
Es decir, se puede compatibilizar una pensión con la percepción de intereses bancarios, con ganancias en bolsa, con ingresos de alquileres, y un largo etcétera. Los creadores, sin embargo, no pueden compatibilizar su pensión con la continuidad de su obra. Una medida que solo existe en España, como si aquí nos sobrara la producción de los escritores, pintores, músicos, y otro largo etcétera, de todos aquellos que compatibilizaron su actividad profesional, seguramente alimenticia y de supervivencia, con la creación de novelas, poemarios, guiones, partituras...
Aunque los ojos se les hayan abierto mucho, piensen que a autores como Javier Reverte, el premio Cervantes Gamoneda, Luis Landero, Eduardo Mendoza?les pagamos 2 euros por derechos de autor de un libro de 20 euros y los 18 restantes se los fiscaliza el IVA a editorial, distribuidora y librería. Esto pasa en este país, en nuestro entorno estarán esperando para que nuestros autores cedan sus derechos a editores extranjeros y vendan ellos los derechos de traducción, de adaptación cinematográfica.
También le puede decir Montoro a Luis Landero que renuncie a esos pobres derechos de autor, que recupere su pensión de profesor y, como es un buen guitarrista, pille una rentable esquina en el metro, que malo será.
Ya no sé si lo que quieren es que volvamos a nuestros siglos de oro en los que nuestros autores que querían sobrevivir con la pluma habrían de mantener una actitud aparentemente libre e independiente de lisonjas mientras buscaban cobijo y sombra protectora. Lope de Vega y Góngora, después Cervantes y Quevedo tuvieron el amparo del duque de Sessa, el de Lerma, el VII conde de Lemos, el conde-duque de Olivares, el duque de Osuna? siempre al albur de los zarandeos políticos y cortesanos de Felipe III y Felipe IV. A lo mejor es lo que esperan de nuestros contemporáneos.

De olores y fragancias, de corbatas y fulares


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/01/19/olores-fragancias-corbatas-fulares/1033274.html

Parece que el estilismo es la ciencia que está de moda y no me había enterado, que no se habla de otra cosa, unos porque tienen mucho que ocultar y lanzan gas pimienta contra los nuevos y estos porque se creen que su nuevo trabajo como representantes electos del pueblo les impide retocar su vestimenta cual si asistiesen a boda o funeral de persona próxima, para la toma de posesión de su escaño. Evidentemente no tengo autoridad para dar doctrina en la materia por propia voluntad.
Algunos estarán pensando lo mismo que decía mi suegro, que gasto menos en ropa que un ruso en catecismos, y es cierto, solo me he puesto la corbata de gomita, en el uniforme de verano, que los militares me obligaron a usar mientras me hacían un hombre; pero no le doy ningún contenido ideológico a mi postura, simplemente no me he visto obligado; así pues he llegado a mis canas con una virginidad mal entendida, que si en un principio sí fue rebeldía, poco después no tendría que haber sido y hoy reconozco como un sacrificio para los que han de vestir de "romanos" a diario, (¿verdad, José?).
Cierto es que habrá que procurar que las cámaras persigan más al delincuente segoviano, que no aparecerá más por el hemiciclo, que los peinados singulares o los juegos en las tabletas de sus señorías.
Pero es cierto que los agudos estilistas que reseñaron la sesión parlamentaria afilaron su estilete dialéctico con los hombres, salvo el caso de Bescansa y su niño, y la indumentaria femenina pasó sin pena ni gloria en los medios que me han llegado, algo vamos avanzando, supongo.
Pero ya que estamos hablando de los sentidos, menos del sentido común, hemos comprobado que hay uno que está muy desarrollado entre señorías y cronistas que cubren la información parlamentaria, el del olfato; diferentes personalidades de las de toda la vida han declarado que en el hemiciclo olía mal, que había falta de higiene y no se referían a negocios sucios ni a sobornos ni desfalcos, sino que directamente acusaban de desaseados a los nuevos diputados que acudían en actitud propagandista, fuera de lugar en mi opinión, con charangas, con posados en bicicleta ante las cámaras o colgando los abrigos en el respaldo del escaño. No me lo creo.
Hay psiquiatras que teorizan a Quevedo, Érase un hombre a una nariz pegado, para ellos la experiencia determina nuestra valoración de los estímulos olfativos que percibimos, si nos resultan agradables, o por el contrario, insoportables. Si sus señorías frecuentasen el metro sabrían que Chanel 5 no es lo más frecuente, pese a la ducha diaria, asocian el aspecto externo con el aseo.
Tampoco podemos dejar de recordar a Hamlet, cuando el centinela Marcelo pronuncia la frase "algo huele a podrido en Dinamarca", preludio de lo que se va a revelar y de los hechos ocultos censurables. El hemiciclo es testigo de cómo se queman nombres como posibles candidatos, Luis de Guindos, Luis Solana? antes de que la cosa vaya a mayores. Preparémonos.

Cataluña, vieja y nueva política


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/01/12/cataluna-vieja-nueva-politica/1031080.html

No quiero saber lo que pasará mañana, solo estoy, aún, asimilando lo ocurrido estos días en los trueques para formar gobierno en Cataluña; no me las daré de oráculo, pero alguien conserva mensajes en el teléfono hablando de mis sospechas que se materializaron en el pacto. No seré yo quien dramatice los acuerdos entre fuerzas políticas, por muy dispares que sean sus planteamientos, siempre y cuando las varas de medir sean las mismas para todos ellos que en el mundo han sido, no pretendo que haya cámaras en las alcobas, mas sí en los parlamentos.
Por lo demás, esto ya no es la Asamblea de Cataluña ni la Junta Democrática que agrupaban al antifranquismo; pero está claro que hemos de rumiarlo, digerirlo y después lo que sea menester.
Pero servidor venía aquí a hablar de otra cosa, que viene a cuento por los pelos (ya famosos a estas alturas de honorable Puigdemont), de la conferencia que un joven Ortega y Gasset en marzo de 1914 pronunciaba en el Teatro de la Comedia de Madrid titulada Vieja y nueva política. En ella se permitió el lujo de poner de vuelta y media a la Restauración monárquica y a su gran mantenedor, el conservador Cánovas y su bipartidismo agonizante por el caciquismo, que Romanones quería sostener a toda costa. Ortega fijaba la existencia de la "vieja y nueva política", de la España oficial frente a la España real. ¿Algo les sonará a algunos de un tal Adolfo Suárez? ¿Acaso Mas es la veja política y la CUP la nueva política?
Ortega pensaba en la España oficial, caduca y rancia de asombrosa actualidad. Al tiempo deseaba ver cómo emergía la España real, sincera, honrada, a la que apremia darle cauce. Más de cien años después no podemos usar esta conferencia como catecismo, pero sí encontrar claves que nos ayuden a entender el pasado y no volvernos locos en el presente.
Esa generación del 14 en la que Ortega trata de rescatar los restos del regeneracionismo, discurre sin grandes cohesiones entre sus supuestos integrantes. La Gran Guerra, la revolución rusa, los felices 20, la dictadura de Primo de Rivera? van diluyendo obras y pensamientos.
Quizá vuelva a ser Ortega quien, ocho meses después de proclamada la Segunda República, ponga el dedo en la llaga. Es otra conferencia en el Cinema de la Ópera de Madrid el 6 de diciembre, tituladaRectificación a la República, donde pronuncia aquel famoso "No es esto?", mostrando su disconformidad con algunos preceptos redactados en la nueva constitución como la nula relación iglesia-estado.
Viene a cuento, porque a mí me sirve para repensar la vieja y la nueva política. Independientemente de que los ejemplos del individualismo y el idealismo de Ortega estén bien o mal traídos, lo que estamos viviendo no es nada nuevo, a ver si somos capaces de no dejarnos amedrentar por nacionalismos de todo pelaje y apoyamos a los ciudadanos con vecindad administrativa en Cataluña para que tomen las riendas y no les cuelguen ruedas de molino.

Tal día como hoy en 1920

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2016/01/05/dia-hoy-1920/1029112.html

La tarde del 5 de enero era enterrado Galdós, después de largos padecimientos; aunque dicen sus próximos que la muerte fue mucho más benévola con él que los últimos años de la vida. Recordemos que había sido Electra (1901), el último éxito teatral de Galdós realmente impactante, había sido un duro alegato contra los poderes de la iglesia y contra las órdenes religiosas que la servían en un momento histórico en el que en España, tras los avances liberales del periodo 1868-1873, crecían de nuevo las influencias de los intereses políticos del Vaticano.
Aquella bofetada, que para asombro del propio Galdós fue mucho más sonora de lo que él había esperado, encendería la mecha de una conspiración que, al cabo de los años, se volvería contra él vetándole para el Nobel de Literatura.
¿Qué mutación se produjo, en España y en Galdós, para que a los veinte años del estreno de Electra podamos encontrar a su autor abatido moralmente, solo y abandonado de los mismos que le exaltaron? Cierto que había pasado mucho tiempo y que algunos jóvenes exaltados del 98, Azorín, Baroja o Maeztu, ya solo se veían en el ABC, y otros como Valle le dedicaron el apelativo de garbancero.
En ese clima de soledad y olvido transcurren los últimos años del novelista, en una España liberal a su estilo, que atravesaba momentos dramáticos. Ninguno de los órganos de poder ejercía sus propias funciones. Los gobiernos no gobernaban con regularidad; ni conseguían sostenerse ni acababan de caer, porque no encontraban fácilmente sucesor a quien traspasar la triste herencia. En el tránsito de 1919 a 1920, ocupaba el poder un Gobierno puente de concentración parlamentaria, presidido por el conservador Allendesalazar, que no tenía más objetivo que la aprobación de los presupuestos. España era un semillero de conflictos y discordias.
El desorden público se hallaba directamente relacionado con el problema social. El enfrentamiento de clases revestía caracteres de inusitada violencia física propiciada por las fuerzas patronales, por el capitalismo feudal.
Entreverado encontramos el problema religioso, solo un ejemplo, Alfonso XIII, en mayo de 1919, consagra su reino al Corazón de Jesús, en el cerro de los Ángeles, para actualizar aquello de Dios, Patria y Rey.
Era evidente que en ese final, don Benito podía dar doctrina a todos los recién llegados, como a los que hoy se hacen socialdemócratas en cursillos por correspondencia para dar lecciones solapadas (aquellas que se aprenden leyendo las solapas de los libros) para solucionar los mismos tres problemas que tenemos desde hace más de un siglo.
Aquel 5 de enero de 1920 las autoridades no sabían qué hacer, los modernillos, tampoco; donde sí lo sabían era en las organizaciones obreras. Después de la despedida oficial del duelo, el gentío prosiguió la marcha a pie. Los obreros y menestrales rodearon masivamente y acompañaron en silencio la carroza hasta el lejano cementerio de la Almudena. El pueblo madrileño sí conocía a los suyos.

31 diciembre 2015

Galdós y Valle-Inclán, también desengañados


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/12/29/galdos-valle-inclan-desenganados/1027524.html

El martes pasado acababa mi comentario sobre la vieja política recién nacida y mi forzosa adscripción, a mi pesar, a la misma tanto por ideas como por edades. Les comentaba también mi refugio en Galdós y en Valle-Inclán, en tres novelas La de los tristes destinos (1907), España sin rey (1908), y La corte de los milagros (1927), como viejos renovadores en su tiempo, que hoy siguen en el ostracismo, observaban y analizaban la crisis de su tiempo, la corrupción de la monarquía, la desorganización de la oposición liberal; los ojos de nuestros dos autores habían visto mucho ya, como para dejarse encandilar por supuestos nuevos cantos de sirena.
Se ha visto que lejos de ser relatos de "figuras y sucesos", las dos primeras de Galdós, pretendían ser tanto reflexiones históricas sobre los hechos precedentes a 1868, a la Gloriosa, como las descripciones de las perspectivas que para la España del siglo XX intuía el autor. El lector puede conocer algunos de los momentos destacados de la época, de la lucha entre el proyecto liberal y una Iglesia amancebada con la Monarquía; creemos que el cronista comprendía que esos problemas no se resolverían. Galdós hábilmente recreó el comportamiento errático de Isabel II y sus asesores, la inviabilidad de una Monarquía tan estrechamente ligada a una Iglesia estancada en Trento, para sugerir que España era cada vez más un país fallido sin se viesen trazas de reforma viable por parte de reinantes ni de aspirantes.
Resulta claro que también ese era el plan de Valle-Inclán cuando escribió La corte de los milagros. Lejos de aportar un eslabón más en la cadena de novelas históricas que se incardinan únicamente en un período específico, estas novelas están diseñadas para resaltar formas de ser, actitudes y las ideas operantes que hacen que una nación prospere o fracase. Es notorio que a fin de cuentas, ni Galdós ni Valle-Inclán se muestran muy optimistas a este respecto. Apoyan claramente el proyecto liberal, pero en el fondo saben que aún queda un camino pedregoso por recorrer. Los personajes de Galdós, Santiago Íbero y Teresa Villaescusa huyen a Francia, decepcionados con la gobernación del país. Desde Hendaya y mirando hacia España grita Íbero: "Adiós, España con honra. Nos hemos muerto... Adiós, que te diviertas mucho. No te acuerdes de nosotros".
Valle-Inclán, a su vez, confiere el mismo pesimismo a su novela. La feroz caricatura esperpéntica de la sociedad isabelina en la que las intrigas, la inmoralidad y la corrupción se hermanan perfectamente, 88 años después. Un circo que carece de gracia, una representación que se repite día tras día sin chispa, sino con hartazgo y pesadumbre; en resumen, esa indignación moral tan denostada por Nietzsche, que describe el malestar de la ciudadanía. ¿Será la que contemplamos hoy ante la prepotencia, el desdén, la codicia, el despilfarro y el cinismo de la supuesta nueva política?

Algunas viejas políticas no tan lejanas


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/12/22/viejas-politicas-lejanas/1025897.html

Mi particular jornada de reflexión comenzó el domingo y desde mi ya interiorizado destierro a las catacumbas de la vieja política. Como parece que sobre el futuro no tengo nada que decir, me iré al pasado. No al pasado vivido, al del chaval de los sesenta o al del joven de los setenta, porque ahí solo me encontraría con los que llevan diciéndome lo mismo meses y meses, que me agradecen los servicios prestados. Ante esto solo tengo una frase, no mía, pero sí muy próxima: Tú no me entiendes, tú me perdonas. Ya no quiero perdones y no será por falta de culpas, porque no estoy arrepentido de casi nada ni solicito absoluciones de nuevos predicadores del marketing electoral, a los viejos que resurgen cual ave fénix de las cenizas del trapicheo suizo hace muchas décadas que no los escucho.
Parece que una vez pasadas las elecciones y pasado lo que pasó, los condenados de la vieja política decente supongo hemos de transitar lo que nos quede de decrepitud lamiéndonos las heridas, alabando a los nuevos augures de la democracia y volver a recordar a los ancestros, de los que tanto hemos aprendido y nos siguen iluminando, no sé yo si mi bilis me lo permitirá, pero habrá que intentarlo.
Esta campaña electoral en la que se empeñaron en convencernos que había una contradicción entre la antigua y la nueva política, cual si fuese conflicto generacional, cual si hubiese que estar matando al padre continuamente, ha envuelto al personal en una nube, se le ha invitado a pasar al otro lado del espejo de Alicia, ha habido más Peter Pan por metro cuadrado del que se puede soportar, ha habido abducciones cual si la ciencia ya fuese capaz de inocular el síndrome de Estocolmo sin secuestro físico ni coacciones ni lavado de cerebro?
Es decir, han intentado decirnos a los acostumbrados a debatir en términos de derecha-izquierda o de más o menos derecha frente a más o menos izquierda, con todos los matices con los que se quiera repintar el lienzo, que eso ya estaba pasado de moda, que lo que petaba ahora era hablar de lo nuevo y lo viejo, con lo viejo que es mucho de lo que nos presentaron los nuevos, ¿o no? La verdad es que hay poco que inventar entre el idealismo y el racionalismo, poco hueco queda para las medias tintas.
Pero se acaba el folio y no les he dicho dónde me había refugiado, pues en épocas de cambio en las que las mentes lúcidas eran las de personas luchadoras ya entradas en años y que con su obra nos han dejado santo y seña del final del reinado de Isabel II, de la Gloriosa del 1868, de Prim, de la 1ª República, de Amadeo de Saboya?
Galdós, en 1907 con 64 años, nos dejó en herencia algunos de sus últimos Episodios Nacionales, como La de los tristes destinos (1907) y España sin rey (1908).
Años más tarde, en 1927, un Valle-Inclán también sesentón, se preocupó de que no nos faltaran sus inquietudes y opiniones en La corte de los milagros. Son visiones lúcidas, incluso hoy, aunque sea vieja política.

¿Bien educados en Finlandia?

http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2015/12/15/educados-finlandia/1023543.html

Hace tiempo que nos machacan con los resultados educativos en los países nórdicos y concretamente en el de los mil lagos, alabando sus virtudes. Desde este folio se han puesto a remojo sus resultados cada vez que el informa PISA asoma por las portadas y las tertulias. Hoy quiero comentar un par de detalles al margen.
El primero tiene que ver con los resultados reales de una educación de calidad, con los valores que asume, conserva y ejerce una generación educada bajo un sistema teóricamente excelente. Digo esto porque no me convence una sociedad en la que, supuestamente sus ciudadanos han crecido óptimamente educados, con muy buenos resultados en lectura, en expresión, en cálculo, en nuevas tecnologías? con una excelente relación familia-escuela, con el mejor profesorado, mejor seleccionado, formado, valorado y pagado? y resulte ser un gran país poco habitado que reclama a los solicitantes de asilo que trabajen gratis, cuando huyen de la guerra. Parece ser que exigirá a los solicitantes de asilo la esclavitud y que demuestren un currículum nacional sobre la sociedad y la cultura finlandesa.
El Gobierno de Finlandia, sustentado por eurófobos conservadores y liberales, y el lumbrera de su ministro de Empleo, Jari Lindstrom, que se preocupa por los refugiados, ha argumentando que el hecho de que estas personas cuenten con un empleo, aunque no sea remunerado, evitará que sufran frustración, que el paro deprime y el trabajo esclavo debe poner las endorfinas a mil. Nada más llegar les darán doctrina, con formación del espíritu nacional, y el Gobierno ha anunciado que analizará dos veces al año la situación en los países de origen de los solicitantes de asilo y ponerlos en la frontera si ya no corren tanto peligro. Todo un plan de acción con el propósito de frenar el flujo incontrolado de demandantes de sopa caliente y techo, para así reducir los elevados costes derivados de su acogida y agilizar las repatriaciones.
Parece ser que este es el resultado de la buena educación que busca buenos ciudadanos y resulten votantes contentos con estas medidas. Aplaudan a PISA.
Pero parece que aún no están satisfechos con su sistema educativo y quieren dar alguna vuelta de tuerca, no sabemos si ya no valoran bien los resultados o si persiguen otros objetivos. En resumidas cuentas, y prometiendo un folio más detallado para otro momento, quieren pasar del modelo curricular tradicional de asignaturas, materias, áreas? al de proyecto educativo interdisciplinar, algo que nuestras maestras de infantil, siempre a la vanguardia, llevan muchos años haciendo y que ahora quieren imitar los campeones de la OCDE prometiendo hacerlo también en los niveles superiores, eso sí, introduciendo cuanto antes la selección entre los que se les ve ya a los doce años que van a servir para vivir bien y los que hay que amaestrar para trabajar con las manos, en eso también les llevamos ventaja con Wert.