18 diciembre 2018

Caballos cabalgando, ahora entre redes y parlamentos


https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2018/12/18/caballos-cabalgando-ahora-redes-parlamentos/1358270.html


Alguien pensará que este titular se refiere a las cabalgadas que nos regala Putin con su torso desnudo y provocador, desafiante, aunque no haya entrado de tal guisa en su sucedáneo de parlamento. Su ecuestre cabalgada siempre ha sido para epatar a sus siervos; algunos dispuestos, a su pesar, a seguir manteniendo la boca cerrada por una pensión de 150 euros o acudir al calabozo en tandas de 200 en cada ciudad en la que hubieren protestado; todo ello según me cuenta mi corresponsal en los Urales. Algún día les contaré algo de su historia con más tiempo; mas ardo por ver a Trump cabalgando sobre un palo de golf.
Aterriza aquí este preámbulo, porque me viene al magín la historia del general Pavía y su caballo, que supuestamente asaltaron el Congreso a las 7 de la mañana del 3 de enero de 1874, dejemos sin culpas al equino -incompareciente en el incidente-, mas constatemos que al general le acompañaban abundantes militares, muchos con uniforme usado para cabalgar camuflados en los olivares. El presidente Castelar había dedicado horas a defender su gestión republicana y autoritaria frente al desorden público y la tercera guerra carlista. Cae su autoridad por mor de su opositor, el krausista Salmerón, que responde y vence en votación. Al mismo tiempo, el general Pavía -siempre nervioso por el federalismo, el cantonalismo y las guerras civiles- hace de las suyas en el Parlamento, mientras Castelar pronuncia la legendaria sentencia: "Yo declaro que me quedo aquí y aquí moriré". Allí se pone el punto final a la primera república y se sientan las bases de la restauración borbónica de la mano del general Serrano y un gobierno de concentración nacional que suspendió las garantías, con fatal desenlace, puesto que los problemas territoriales siguieron siendo los mismos. Mientras, los monárquicos conspiraban y el partido alfonsino, hábilmente dirigido por Cánovas, perpetró la monarquía con Alfonso XII, más o menos al frente, apoyado por dos importantes grupos de poder: los industriales catalanes y los hacendados cubanos que apostaron económicamente por la restauración. En fin, había empezado como cabalgada, pero las coces no las dieron los caballos, estaba claro quiénes las daban.
Posiblemente esté errado, pero no recuerdo episodios equinos de relevancia en la siguiente república, ni en la actual democracia parlamentaria, dejando de lado la abundancia de ecuestres esculturas bronceadas del dictador.

Mas hete aquí que recientemente han aparecido candidatos a caballo en las elecciones andaluzas, la ultraderecha parece transmutarse en el infanzón burgués castellano, el Cid para más datos, que intenta una reconquista acompañado de antiguos uniformados como candidatos a las Alcaldías de Palma de Mallorca y otras hierbas. Me pregunto si también aparecerán clérigos libres de pecado y monjas que no tengan deudas con su secta por haber hurtado e invertido lo sustraído, 500.000 dólares, en las casas de apuestas de Las Vegas. Todo un espectáculo de jinetes y amazonas cabalgando sobre ponis de tragaperras.

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