20 junio 2006

Selectividad homérica

Manda usted a su hijo a la selectividad, tan tranquilo y luego pasa lo que pasa, porque usted no sabe mucho de Homero, incluso hay quien dice que ni siquiera existió; pero aún así, la épica sigue existiendo y épica es la situación en la que se encuentran muchos estudiantes y cómica la peripecia por la que se mueven en los exámenes para no pasar por situaciones dramáticas. De lírica, nada, que no hay tiempo. No cabe duda de que un error lo tiene cualquiera y, si se puede, se subsana en el momento, pero los pocos alumnos que se examinaron de Griego estos días se encontraron con que les preguntaban "los rasgos del héroe homérico", algo bastante lógico y normal que les daba pie a enrollarse bien con la guerra de Troya o con la personalidad de Ulises o con el viaje iniciático. Claro que esto sucedería si su hijo hubiera decidido hacer el examen en castellano, porque si hubiera ejercido su derecho a hacerlo en gallego se encontraría con que en vez de tener que desarrollar esos rasgos, tendría que hablar de los "riscos do héroe homérico", es decir, en ese caso tendría que explayarse con Odisea pasándolas canutas, con sus peligros, con sus sirenas malvadas, con su descenso a los infiernos... eso suponiendo que se tratase de hablar de los riesgos y no de los riscos propios de parajes abruptos y escarpados. Si la normalización lingüística sirve para esto, no sé yo si valdrá a pena; seguro que el examinador tenía toda la buena voluntad de cumplir la Ley al traducir el enunciado de la pregunta, pero mejor sería que no se viese obligado a ello.Me pongo en el caso de un juez, pronto se verá en las circunstancias similares, que en la justificación de sus sentencias confunda las bofetadas con las maniotas y nos encontremos reos convictos y confesos condenados por hacerle cosquillas a su vecino hasta mandarlo al hospital.(...)

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